Um grito Guarani no meio do silencio. Perseguição aos Guarani na Argentina

Un grito guaraní en medio del silencio

Claudia Rafael, Pelota de Trapo (16.05.12)

texto publicado em http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_article=1536

Daniel Solano, con sus ojos rasgados y el barro eterno en la piel espejaba los vericuetos de historias que se entrecruzan una y mil veces. Daniel Solano ya no está. Vivía en Misión Cherenta, en Tartagal. Llevaba en la sangre la pertenencia indisoluble a la etnia guaraní. Todavía se lo extraña en Sportivo Guaraní donde la hinchada viva su nombre y grita su ausencia en la segunda fase de un certamen de la AFA. Es el primer equipo indígena de la historia que llega a esa instancia. Pero él no lo supo.

Daniel buscaba un lugar en el mundo.

Como tantos en los arrabales de esa patria olvidada viajó hasta Choele Choel [Provincia de Río Negro, Patagonia] a ganarse unos cuantos pesos en la cosecha de la manzana. Más de un día y medio en el traqueteo del colectivo desgastado, junto a otros 60 guaraníes como él, con un falso título de turistas para atravesar fronteras y paisajes desérticos y de los otros. A medio camino de esos 2100 kilómetros, los bajaron del micro y les hicieron llenar y firmar un simulacro de contrato en el que se aseguraba que ante el menor “conflicto” con la policía o la justicia, la empresa los echaría sin miramientos.

La historia de Daniel pincela a borbotones la crónica rancia y oscura de este país. Engullidor cruel de sueños velados.

Nació un 2 de noviembre, en 1984. Único varón en una familia de seis hijos. La mamá, Dorila Tercero, murió cuando Daniel tenía apenas 14. Allí, en Misión Cherenta viven unos 3000 guaraníes que deambulan sus días en la ausencia de empleo y de mañana.

El trabajo golondrina suele ser para muchos, la única y tenue esperanza a la que asirse cada año. También para Daniel.

Cuentan que un puntero del lugar suele ser contratado para promover el trabajo en las cosechas. Se trata de hablar por una FM del lugar y difundir las bondades de ese trabajo duro pero de buena paga. El puntero se lleva unos 3000 pesos por esa tarea de captación más el extra por llenar el micro. Y 60 trabajadores cada vez suben a esos colectivos cargados de sueños rotos.

Ya Daniel había viajado el año anterior. El 10 de octubre llegó por última vez a Choele Choel y se hospedaba en gamelas, como todo el resto. Sabía que en esta ocasión debería trabajar en el raleo de la manzana. Ir quitando a mano el exceso de frutas para equilibrar la maduración y mejorar la cosecha.

Cuando el 28 fue a cobrar su primer sueldo, se encontró con que apenas se le pagaban 800 de los 3000 prometidos. Hizo lo que no se debía hacer: reclamar. Hacer oir la voz suele ser un peligro de efectos colectivos y eso no se debe permitir. Daniel tenía lo que pocos tienen: un título secundario de la escuela técnica OEA, de Tartagal. Hay quienes dicen que le ofrecieron entonces el rol de puntero, pero que él no quiso.

El 4 de octubre compró un teléfono celular, le escribió a su novia “te extraño, mi amor” y le pidió que le cargara 10 pesos de crédito. Sus últimas huellas se diluyeron en el boliche Macuba, de Choele Choel, algunas horas más tarde.

Ayer, una patrulla de buzos buscaba su cuerpo con perros rastreadores. La misma búsqueda en los mismos exactos lugares en que fue buscado a poco de su desaparición por policías comandados por uno de los ahora 22 imputados en la causa.

Walberto Solano, el papá de Daniel, lleva 10 días en huelga de hambre en Río Negro. Hace frío para su piel tan salteña y guaraní. Lo internaron en terapia intensiva con signos de hipotermia.

***

“De sol a sol”, suele ser el común denominador para los trabajadores rurales en condiciones de semiesclavitud. Taperas, gamelas, carpas plásticas suelen ser el refugio en las noches para un trabajo dolorosamente duro. Hacinados en camiones, amontonados en colectivos añejos, son llevados desde una tierra de pobrezas hondas hacia los oasis del cultivo en donde las promesas mutan en decepción.

En Río negro las denuncias suelen multiplicarse año tras año como epidemia imparable. Como aquel enero de 2010 en que encontraron a cientos de trabajadores hacinados en un galpón de la misma ciudad en que por octubre de 2011 se hospedaba Daniel Solano. “Les habían ofrecido 81 pesos por día y vivienda. En cambio le daban 30 pesos y un tinglado superpoblado. La mitad de los trabajadores dormía sobre el piso. Si alguien reclamaba, en el predio había policías de la provincia que amenazaban con reprimir”, escribía por entonces Darío Aranda en Página 12.

La cosecha del ajo y la uva, en Cuyo; de la manzana y la fruta fina en el Valle Medio y Alto Valle; de la oliva, en Catamarca y La Rioja; del arándano, en Entre Ríos multiplican esa práctica ancestral de explotación.

Una expoliación sostenida que forja riquezas a fuerza de silencios y complicidades. Pero que perdura en el tiempo con la orden férrea de no sacar los pies del plato. De lo contrario sobrevendrán otras prácticas aleccionadoras.

El ya disuelto y temible grupo antimotines Bora, de la policía rionegrina, trabajaba como guardia privada de la empresa Expofrut Univeg SA en sus instalaciones frutículas de Lamarque. Una firma que sostiene el eslogan de “estricto cumplimiento de estándares de calidad y buenas prácticas” mientras mantiene en la semiesclavitud a miles y miles de trabajadores golondrina.

Daniel Solano ya no está. Desapareció aquella madrugada del 5 de noviembre a poco de haber levantado su voz contra la contratista Agro Cosecha que lo llevó a trabajar para Expofrut. Hay 22 policías imputados por presunto encubrimiento, empresarios sospechados, dirigentes políticos y gremiales que callaron o asintieron.

“La cadena de complicidades incluye a los empresarios, intermediarios, sindicatos y Estado”, afirma Guillermo Neiman, investigador agrario de la Flacso, cuando analiza la estructura íntima de la explotación rural. Hay indudablemente un entramado profundo que desnuda la médula del trabajo golondrina.

Una cadena que sigue acoplando engranajes y aceitando sus eslabones en cada nuevo micro cargado de trabajadores extorsionados en la sumisión, a sabiendas de que una larga fila de desarrapados los podrá reemplazar ante el menor gritito tenue en medio del silencio.

Massacre de indígenas em acampamento em Amambai

Carta de Protesto

Estudantes Guarani e Kaiowá dos cursos de Ciências Sociais e História e moradores da aldeia de Amambaí.

Por volta das seis horas chegaram os pistoleiros. Os homens entraram em fila já chamando pelo Nísio. Eles falavam segura o Nísio, segura o Nísio. Quando Nísio é visto, recebe o primeiro tiro na garganta e com isso seu corpo começou tremer. Em seguida levou mais um tiro no peito e na perna. O neto pequeno de Nísio viu o avô no chão e correu para agarrar o avô. Com isso um pistoleiro veio e começou a bater no rosto de Nísio com a arma. Mais duas pessoas foram assassinadas. Alguns outros receberam tiros mas sobreviveram. Atiraram com balas de borracha também. As pessoas gritavam e corriam de um lado para o outro tentando fugir e se esconder no mato. As pessoas se jogavam de um barranco que tem no acampamento. Um rapaz que foi atingido por um tiro de borracha se jogou no barranco e quebrou a perna. Ele não conseguiu fugir junto com os outros então tiveram que esconder ele embaixo de galhos de árvore para que ele não fosse morto.Outro rapaz se escondeu em cima de uma árvore e foi ele que me ligou para me contar o que tinha acontecido. Ele contou logo em seguida. Ele ligou chorando muito. Ele contou que chutaram o corpo de Nísio para ver se ele estava morto e ainda deram mais um tiro para garantir que a liderança estava morta. Ergueram o corpo dele e jogaram na caçamba da caminhonete levando o corpo dele embora.Nós estamos aqui reunidos para pedir união e justiça neste momento. Afinal, o que é o índio para a sociedade brasileira? Vemos hoje os direitos humanos, a defesa do meio ambiente, dos animais. Mas e as populações indígenas, como vem sendo tratadas? As pessoas que fizeram isso conhecem as leis, sabem de direitos, sabem como deve ser feita a demarcação da terra indígena, sabem que isso é feito na justiça. Então porque eles fazem isso? Eles estão acima da lei? O estado do Mato Grosso do Sul é um dos últimos estados do Brasil mas é o primeiro em violência contra os povos indígenas. É o estado que mais mata a população indígena. Parece que o nazismo está presente aqui. Parece que o Mato Grosso do Sul se tornou um campo de fuzilamento dos povos indígenas. Prova disso é a execução do Nísio. Quando não matam assim matam por atropelamento. Nós podemos dizer que o estado, os políticos e a sociedade são cúmplices dessa violência quando eles não falam nada, quando não fazem nada para isso mudar. Os índios se tornaram os novos judeus. E onde estão nossos direitos, os direitos humanos, a própria constituição? E nós estamos aí sujeito a essa violência. Os índios vivem com medo, medo de morrer. Mas isso não aquieta a luta pela demarcação das terras indígenas. Porque Ñandejara está do lado do bom e com certeza quem faz a justiça final é ele. Se a justiça da terra não funcionar a justiça de deus vai funcionar.

Abraço fraterno,

Giva

blog:http://infanciaurgente.blogspot.com/

Penso que não cegámos, penso que estamos cegos, Cegos que veem, Cegos que, vendo, não veem  – J. Saramago

Manifestação Pública – Xingu Vivo

Manifesto Público – Xingu Vivo

Todos estão convidados a fazer o seu papel em defesa da vida na região do XINGU.

Estamos convocado a todos para comparecer a uma manifestação de protesto que o Cadeia promoverá.

Esta Manifestação Pública de Protesto é inteiramente desvinculada de aspectos político-partidários, constituindo-se num movimento de protesto de cidadãos brasileiros, em solidariedade aos povos atingidos pela mega construção de Belo Monte, cheia de irregularidades e violações aos direitos humanos, com prejuízo irreparável aos animais e à flora da região afetada.

A convocação foi feita inicialmente através do seguinte link do Facebook:
http://www.facebook.com/event.php?eid=248199255191179

Rio de Janeiro/RJ
Dia 31/07 – Domingo
Local: Em frente ao Hotel Copacabana Palace, Praia de Copacabana, no RJ.
Horário: 14 horas

São Paulo/SP
Neste mesmo dia e horário acontecerá em Manifestação com objetivo idêntico em São Paulo, Capital.
Local: Vão do Masp, Avenida Paulista
Horário: 14:00 às 18:30 hs

Marãiwatsede é dos Xavante!!!

No texto a seguir, o antropólogo Estevão Rafael Fernandes, professor da Universidade Federal de Rondonia, conta um pouco da história da Tribo Indigena Xavante de Marãiwatesede, que luta pela ocupação de sua morada histórica em meio aos interesses comerciais do agro-negócio e do estado brasileiro que banca o avanço do capitalismo na Amazônia.

É uma honra para mim dizer que conheço os Xavante de Marãiwatsede. Sua história e trajetória, ao longo das últimas décadas é uma pequena mostra de seu caráter e, mais que isso, de como um Estado passa por cima de suas leis em nome do interesse econômico de alguns, e de modelos muito suspeitos de “desenvolvimento econômico”…

Em agosto de 1966, cerca de duzentos e cinqüenta índios Xavante foram deslocados por meio de aviões da Força Aérea Brasileira (FAB) da região de Marãiwatsede para a Missão Salesiana na aldeia Xavante de São Marcos, 400 km ao sul. Cerca de duas semanas depois, quase cem deles morrem de sarampo. Em agosto de 2004, trinta e oito anos depois, duzentos e oitenta índios Xavante, remanescentes do grupo deslocado pela FAB, retornam à Marãiwatsede. O que se sabe sobre esse grupo específico, na etnologia sobre os Xavante, é relativamente pouco. Lopes da Silva aponta que por volta dos anos 1920, os Xavante fundam, na região da Serra do Roncador, a aldeia de Isorepré (“Pedra Vermelha”), de onde virão a partir em diferentes direções e em vários momentos, facções diversas que fundarão novas aldeias. Uma dessas aldeias é Marãiwatsede, na região do rio Suiá-Missu, cerca de 100 km ao norte.

Em 1961, um fazendeiro paulista chamado Ariosto da Riva adquire uma área de 1,8 milhão de hectares, compreendendo a região de Marãiwatsede. Aos poucos, fazendo uso de brindes, consegue atrair os grupos da região, convencendo-os a formar sua aldeia (chamada de Wede’omo’re ) próximo ao acampamento dos “mateiros” contratados por Ariosto. Como a presença indígena se mostrava um inconveniente para a ocupação da área, os donos da fazenda procuraram a FAB, os Salesianos da missão de São Marcos e o Serviço de Proteção ao Índio para proceder a transferência dos índios de Marãiwatsede para a aldeia de São Marcos.

Dessa transferência, entre outras coisas, algumas se destacam na memória dos Xavante sobreviventes: (1) a epidemia de sarampo que matou cerca de 100 índios nas duas primeiras semanas em São Marcos; (2) o choque causado pela mudança de ambiente nesse processo – Marãiwatsede fica em área de mata de transição, um ecossistema diferente dos campos de cerrado os quais tradicionalmente esses índios ocupam; e (3) ao chegarem à Missão, contam os mais velhos que as crianças foram separadas de seus pais e levadas a internatos salesianos, onde eram obrigados a desempenhar tarefas como lavagem de roupas e proibidos de falar na língua xavante.

Em 1972 o grupo sobrevivente sai da aldeia São Marcos e se desloca para a região de Couto Magalhães (atual T.I. Parabubure) e de lá para a T.I. Areões, em 1982. Três anos depois, em 1985, migram para outra Terra Indígena (Pimentel Barbosa), onde fundam a aldeia Água Branca.

Em 1992 a fazenda Suiá-Missu encontrava-se sob controle da Liquifarm S/A, braço brasileiro da multinacional italiana Agip Petroli. Durante a Eco 92, a empresa se compromete verbalmente a devolver parte da área original aos Xavante. Em abril de 1992 o Grupo de Trabalho responsável pelos estudos de identificação da área conclui seus trabalhos, sendo que em dezembro de 1998 é homologada a T.I. Marãiwatsede, com 165.241 ha.

Entretanto, entre o final dos estudos e a homologação a área identificada como indígena foi fruto de invasões e grilagens sistemáticas, encabeçadas por grupos políticos locais e nacionais – processo que perdura até os dias de hoje. Sistematicamente os Xavante buscaram retornar a seu território pelas vias formais até que em 2003, já cansados e com a situação na T.I. Pimentel Barbosa insustentável, os anciãos resolvem retornar a aldeia de origem, antes de falecerem. Em novembro de 2003, um grupo formado por cerca de 280 indivíduos tenta reocupar a área homologada, sendo impedidos por um grupo de posseiros que bloqueavam a BR-158.

Foi neste contexto que conheci os Xavante de Marãiwatsede, quando concluía minha dissertação de Mestrado. A situação que encontrei na época era a seguinte: de um lado da rodovia de chão batido, algumas barracas de lona preta onde ficavam os homens (mulheres e crianças ainda não haviam chegado ao local) e as barracas dos funcionários da Funai. Separados por cerca de 50 metros, com um pequeno córrego entre os dois grupos, outro acampamento, feito de pequenas taperas de palha, onde ficavam os posseiros. Meses depois chegaram ao acampamento mulheres e crianças da aldeia Água Branca, ficando o grupo acampado, nessas condições, até agosto de 2004 (10 meses, no total). Pela total falta de saneamento e devido a precariedade das condições de saúde, dezenas de crianças foram hospitalizadas e algumas chegaram a falecer, sendo enterradas na beira da Rodovia ( http://www.brasiloeste.com.br/noticia/1088/ ).

As notícias chegaram então aos grandes veículos de imprensa e finalmente, em 10 de agosto de 2004, amparados por uma decisão do STF, é permitido aos Xavante ocuparem uma pequena área de uma fazenda vazia na região, onde permanecem até hoje ainda sob clima de tensão permanente – recentemente posseiros cercaram um ônibus que transportava jovens de Marãiwatsede para uma escola em um município vizinho, incendiando-o e ferindo gravemente dois jovens, e as cruzes que marcam os pequenos túmulos das crianças, enterradas a beira da estrada, são sistematicamente arrancadas pelos não-indígenas da região.

Nesses 13 anos trabalhando com os Xavante, posso dizer que meu coração está em Marãiwatsede: é onde está minha família xavante e onde furei minha orelha. Mais que isso, é a aldeia onde me sinto em casa, por mais que o poder público e o Estado tenham abandonado aqueles índios à própria sorte: como é possível a maior aldeia Xavante, com mais de 700 pessoas sobreviver em tão pouca terra, com quase nenhum curso d’água decente e sem ter o que plantar. Em 2006 circulou uma carta minha pela internet ( http://www.amazonia.org.br/noticias/print.cfm?id=226881 ) já denunciando que, enquanto o poder público dormia sobre o processo, os posseiros vilipediavam a área indígena. Também não é de hoje a denúncia de que se buscou negociar as obras na BR-158, tentando comprar os índios de Marãiwatsede com promessas de tratores e maquinário: promessas rechaçadas veementemente pelos indígenas, posto que a única coisa que eles sempre desejaram, desde que foram expulsos de sua área, em 1966, foi poder resgatar a dignidade que lhes havia sido retirada em troca de cabeças de gado.

Hoje o território indígena é alvo sistemático de contrabando de madeira e lidera as estatísticas nacionais de queimadas ( http://www.globoamazonia.com/Amazonia/0,,MUL1027947-16052,00-TERRA+INDIGENA+EM+MT+PERDE+IBIRAPUERAS+COM+DESMATAMENTO.html ), e, em um contexto em que relatos de indios isolados são desconsiderados nas proximidades da usina de Jirau (RO), bem como as demandas indígenas são totalmente desconsideradas na construção de Belo Monte (PA), não é de causar estranheza que, em pleno século XXI testemunhemos um descalabro como o que ocorre em Marãiwatsede.

Marãiwatsede é dos Xavante e não se fala mais disso

KIWICHA: a planta sagrada dos Incas desafia a gigante Monsanto!

Nossa companheira Guadalupe traduziu do espanhol esta noticia que esta se espalhando pelo mundo.

Panico entre agricultores dos Estados Unidos. A transnacional de sementes transgênicas não sabe o que fazer com o amaranto (kiwicha) que vem acabando com seus cultivos de soja.

Nos Estados Unidos os agricultores estão tendo que abandonar cinco mil hectares de soja transgênica e outras cinquenta mil estão sendo gravemente ameaçadas. Esse panico se deve a uma “erva daninha”, o amaranto (conhecida no Peru como kiwicha) que decidiu opor-se a transnacional Monsanto, tristemente célebre por sua produção e comercialização de sementes transgênicas.  Em 2004 um agricultor de Atlanta comprovou que alguns brotos de amaranto resistiam ao poderoso herbicida Roundup. Os campos vítimas desta invasora “erva daninha” haviam sido semeados com grãos Roundup Ready, que continham uma semente que havia recebido um gene de resistência ao herbicida.  Desde então a situação piorou e o fenômeno se estendeu a Carolina do Sul e do Norte, Arkansas, Tennessee e Missouri. Segundo um grupo de cientistas britânicos do Centro para a Ecologia e Hidrologia, se produziu uma transferência de genes entre a planta modificada geneticamente e algumas ervas indesejáveis como o amaranto. Esta constatação contradiz as afirmacões dos defensores dos organismos geneticamente modificados(OMG): uma hibridação entre uma planta modificada geneticamente e uma planta não modificada e simplesmente “impossível”.  Segundo o genetista britânico Brian Johnson, “basta um só cruzamento  entre várias milhões de possibilidades. Uma vez criada, a nova planta possuí uma enorme vantagem seletiva e se multiplica rapidamente. O potente herbicida que se utiliza aqui, Roundup, a base de glifosato e de amônio, exerceu uma pressão enorme sobre as plantas, as quais tem aumentado ainda mais a velocidade de adaptação”. Assim, aparentemente um gene de resistência aos herbicidas deu nascimento a uma planta híbrida surgida de um salto entre um grão que se supõe que a protege e o humilde amaranto, que se torna impossível de eliminar.    A única solução e arrancar a mão as ervas daninhas, como se fazia antigamente, porem isto já não e possível dadas as enormes dimensões dos cultivos. Alem, de estar profundamente arraigadas, estas ervas são muito difíceis de arrancar por isso, simplesmente, as terras foram abandonadas.

Transgênicos suportam um efeito bumerangue

O diário inglês The Guardian publicou uma matéria de Paul Brown que revelou que os genes modificados de cereais haviam passado para plantas selvagens e criado um “super-grão” resistente aos herbicidas, algo “inconcebível” para os defensores das sementes transgênicas. Resulta divertido constatar que o amaranto, o kiwicha, considerado agora uma planta “diabólica” para a agricultura transgênica, era uma planta sagrada para os incas. E um dos alimentos mais antigos do mundo. Cada planta produz uma media de 12.000 grãos ao ano e as folhas, mais ricas em proteínas que a soja, contem vitaminas A, C e sais minerais.  Assim esse bumerangue, devolvido pela natureza a transnacional Monsanto, não só neutraliza este predador, comocoloca em seus domínios uma planta que poderia alimentar a humanidade em caso de fome. Suporta a maioria dos climas, tanto em regiões secas como nas zonas de monções e nas terras altas tropicais, e no tem problemas nem com os insetos nem com as enfermidades por isto nunca necessitará de produtos químicos.

Vamos barrar Belo Monte!!!

Repassamos a mensagem da AVAAZ trasnmitida pela companheira Cristina como uma ultima tentativa de impedir a construcao de Belo Monte, mais um elefante do capitalismo insustentavel rumo a destruicao do planeta. Leiam o texto e assinem o manifesto que segue.

O Presidente do IBAMA se demitiu na quarta-feira passada devido à pressão para autorizar a licença ambiental de um projeto que especialistas consideram um completo desastre ecológico: o Complexo Hidrelétrico de Belo Monte.

A mega usina de Belo Monte iria cavar um buraco maior que o Canal do Panamá no coração da Amazônia, alagando uma área imensa de floresta e expulsando milhares de indígenas da região. As empresas que irão lucrar com a barragem estão tentando atropelar as leis ambientais para começar as obras em poucas semanas.

A mudança de Presidência do IBAMA poderá abrir caminho para a concessão da licença – ou, se nós nos manifestarmos urgentemente, poderá marcar uma virada nesta história. Vamos aproveitar a oportunidade para dar uma escolha para a Presidente Dilma no seu pouco tempo de Presidência: chegou a hora de colocar as pessoas e o planeta em primeiro lugar. Assine a petição de emergência para Dilma parar Belo Monte – ela será entregue em Brasília, vamos conseguir 300.000 assinaturas:

https://secure.avaaz.org/po/pare_belo_monte/?vl

Abelardo Bayma Azevedo, que renunciou à Presidência do IBAMA, não é a primeira renúncia causada pela pressão para construir Belo Monte. Seu antecessor, Roberto Messias, também renunciou pelo mesmo motivo ano passado, e a própria Marina Silva também renunciou ao Ministério do Meio Ambiente por desafiar Belo Monte.

A Eletronorte, empresa que mais irá lucrar com Belo Monte, está demandando que o IBAMA libere a licença ambiental para começar as obras mesmo com o projeto apresentando graves irregularidades. Porém, em uma democracia, os interesses financeiros não podem passar por cima das proteções ambientais legais – ao menos não sem comprarem uma briga.

A hidrelétrica iria inundar 64.000 hectares da floresta, impactar centenas de quilômetros do Rio Xingu e expulsar mais de 40.000 pessoas, incluindo comunidades indígenas de várias etnias que dependem do Xingu para sua sobrevivência. O projeto de R$30 bilhões é tão economicamente arriscado que o governo precisou usar fundos de pensão e financiamento público para pagar a maior parte do investimento. Apesar de ser a terceira maior hidrelétrica do mundo, ela seria a menos produtiva, gerando apenas 10% da sua capacidade no período da seca, de julho a outubro.

Os defensores da barragem justificam o projeto dizendo que ele irá suprir as demandas de energia do Brasil. Porém, uma fonte de energia muito maior, mais ecológica e barata está disponível: a eficiência energética. Um estudo do WWF demonstra que somente a eficiência poderia economizar o equivalente a 14 Belo Montes até 2020. Todos se beneficiariam de um planejamento genuinamente verde, ao invés de poucas empresas e empreiteiras. Porém, são as empreiteiras que contratam lobistas e tem força política – a não ser claro, que um número suficiente de nós da sociedade, nos dispormos a erguer nossas vozes e nos mobilizar.

A construção de Belo Monte pode começar ainda em fevereiro.O Ministro das Minas e Energia, Edson Lobão, diz que a próxima licença será aprovada em breve, portanto temos pouco tempo para parar Belo Monte antes que as escavadeiras comecem a trabalhar. Vamos desafiar a Dilma no seu primeiro mês na presidência, com um chamado ensurdecedor para ela fazer a coisa certa: parar Belo Monte, assine agora:

https://secure.avaaz.org/po/pare_belo_monte/?vl

Acreditamos em um Brasil do futuro, que trará progresso nas negociações climáticas e que irá unir países do norte e do sul, se tornando um mediador de bom senso e esperança na política global. Agora, esta esperança será depositada na Presidente Dilma. Vamos desafiá-la a rejeitar Belo Monte e buscar um caminho melhor. Nós a convidamos a honrar esta oportunidade, criando um futuro para todos nos, desde as tribos do Xingu às crianças dos centros urbanos, o qual todos nós podemos ter orgulho.

Urgente: Povo Guarani Kaiowa de Ypo’i precisa de nossa ajuda!

O Povo Guarani Kaiowá, na região do rio Ypo’í, município de Paranhos, no Mato Grosso do Sul, pode ser despejado a qualquer momento, com toda força e aparato policial.

ESCREVAM À JUÍZA ELIANA BORGES DE MELLO MARCELO PEDINDO QUE:

* Garanta a permanência dos indígenas Guarani Kaiowá do Ypo’í na área, a segurança da comunidade, além do acesso à comida, água, cuidados de saúde e que eles possam se deslocar livremente.

* Garanta o cumprimento pleno das obrigações das autoridades brasileiras sob a Convenção 169 da Organização Internacional do Trabalho, a Declaração da ONU sobre os Direitos dos Povos Indígenas e a Constituição Brasileira, finalizando a demarcação de todas as terras indígenas.

Email da juiza: emarcelo@trf3.jus.br

Tel. Fax: (011) 3012-1373

O Povo Guarani Kaiowá foi expulso de seu território tradicional no Mato Grosso do Sul há décadas. Na região do rio Ypo’í, no município de Paranhos, fronteira com o Paraguai, a comunidade Kaiowá foi expulsa pela ação de fazendeiros daquela região há 27 anos. Desde então, lutam incessantemente pela reconquista do espaço usurpado. Em novembro de 2009, a comunidade Kaiowá do Ypo’í retornou ao seu “tekohá” (terra tradicional, que é sagrada). Três dias depois, foram violenta e covardemente atacados por fazendeiros e seus pistoleiros. Na ocasião, vários indígenas foram feridos a tiros e torturados. Dois professores, Genivaldo Vera e Rolindo Vera, foram levados e assassinados. O corpo de Genivaldo foi encontrado alguns dias depois com muitas marcas e ferimentos. O corpo de Rolindo, no entanto, ainda não foi localizado. Em agosto de 2010, os Guarani voltaram a este “tekohá”, no intuito de encontrarem o corpo de Rolindo – busca abandonada tanto pela Polícia Federal como pelo governo do estado. desde então, tem sido vítima de ataques e vive cercada por pistoleiros fortemente armados, que impedem o acesso da comunidade a comida e à assistência à saúde por parte dos órgãos públicos competentes – Funai e Funasa. Trata-se de uma centena de pessoas mantidas numa espécie de “cativeiro privado”, ao mesmo tempo em que a Funai está realizando estudos de identificação destas terras, cumprindo sua função constitucional.

Esta situação ficou mais complicada após a decisão judicial (liminar) proferida pela Juíza Federal Lisa Taubenblatt, da 1º Vara Federal de Ponta Porã – MS, no dia 20 de outubro, que determinou a desocupação da área pelo referido povo indígena. Agravando a situação, no último dia 10, o Tribunal Regional Federal (TRF) da 3ª. Região negou provimento ao recurso (agravo de instrumento) apresentado na tentativa de derrubar a decisão de primeira instância, confirmando, portanto, a decisão de retirada dos indígenas da área.

A Funai ingressou com pedido de reconsideração junto à Juíza Convocada Eliana Marcelo, relatora do recurso (agravo de instrumento) no TRF da 3ª Região. Este novo recurso está sendo analisado pela Juíza Eliana – que está substituindo o Desembargador Nelton dos Santos – que pode decidir a respeito a qualquer hora.

Fonte: Cimi SP (Conselho Indigenista Missionario)

Índios Guarani de São Vicente na Virada Caiçara

Domingo passado dia 7/11 houve a apresentação dos índios Guarani da aldeia Paranapuã (dentro do Parque Xixová-Japuí que consideram sua morada) de São Vicente no evento da Virada Cultural Caiçara organizado pelo município. No palco montado no calçadão da praia em frente à biquinha, os jovens Guarani fizeram sua apresentação musical com a dança Nhamandu Mirim ao som do violão, da rabeca e dos tambores. Depois as crianças desceram do palco e deram continuidade às suas brincadeiras dançando e jogando livremente.

O mundo dos Guarani é um mundo lúdico, minimalista, organizado numa forma de vida que se contenta com pouco, no sentido de que a vida dos Guarani precisa de pouca materialidade para ser bem vivida. Algo muito difícil para nós ocidentais entendermos, acostumados que estamos com uma enormidade de estímulos que nos impomos continuamente. Como se essa fonte inesgotável de desejos artificiais que inventamos para consumir todo nosso insaciável fogo interior pudesse nos suprir as ausências, sublimar os recalques, nos tirar das neuroses, nos curar da insanidade que nos domina e alucina. Tamanha diferença entre as duas civilizações tornou o convívio incompatível. “Os índios são preguiçosos, vagabundos, dormem, bebem, não querem saber de nada” – é isso que foi dito e repetido durante séculos de matança e genocídio desse outro que nos incomoda. E nos incomoda porque ao querer muito pouco, somente o que lhe basta, o pouco que lhe é suficiente, ele encontra-se em liberdade. Ele é livre, e por isso não morre, ressuscita, renasce, resiste de dentro do Parque de onde querem tirá-lo. O índio não é prisioneiro de sua ânsia. É isso que nos incomoda: a liberdade que tanto almejamos, mas nunca teremos!

Reação capitalista contra as conquistas indígenas e ambientais

Carta aberta `a população da Baixada Santista

Estamos inciando aqui na Baixada Santista um debate sobre a reação estatal e capitalista que esta sendo dirigida contra as conquistas dos povos indígenas e demais comunidades tradicionais, obtidas desde a Constituição de 1988. O que se percebe atualmente é que após um breve período que vai de 1988 (a partir de quando se torna politicamente correta a questão do meio ambiente, dos índios e das comunidades tradicionais) em que as populações tradicionais e a preservação ambiental ganharam considerável espaço na agenda nacional, com a demarcação de terras indígenas e de quilombolas e o avanço da legislação ambientalista, neste início de século XXI assistimos a um grave retrocesso nessas políticas públicas. A votação do novo e devastador Código Florestal na Câmara este ano, a corrupção que envolve o IBAMA, os ataques sistemáticos às reservas indígenas, por exemplo, dentro do Parque Nacional do Xingú, ou os ataques de fazendeiros à população Kaiowaa literalmente morrendo à beira da estrada em Dourados no Mato Grosso do Sul, a destruição da FUNAI que vem sendo denunciada pelo acampamento dos povos indígenas em Brasília, o avanço dramático do desmatamento sobre as últimas áreas remanescentes de cerrado e a invasao de  madeireiras e pecuaristas dentro da Amazônia, a política energética do governo federal para quem “não serão alguns bagrezinhos e indiozinhos que irão impedir o pogreso (sic) da nação”, são somente o início de uma retomada do crescimento capitalista a qualquer preço, exterminando as últimas áreas comuns da natureza e as populações que se negam a entrar como novos favelados dentro do sistema. Aqui na Baixada Santista isto também está ocorrendo com a expansão portuária (Embraport, Barnabé-Bagres, Alemoa, Largo Santa Rita, retro-porto em Guarujá), e industrial (expansão do pólo em Cubatão), destruindo as últimas áreas de manguezais e restinga existentes, e com o avanço da especulação imobiliária sobre as últimas praias ainda preservadas (vejam o caso de Itaguaré em Bertioga) ante a prostracao dos orgaos fiscalizadores do IBAMA e da CETESB. Também a população indígena local, os Guaranis, tanto na aldeia Rio Branco em Itanhaém (ameaçada pela mineração) como no aldeamento de Paranapua, no Xixova-Japuí (com risco de retirada) sofrem com essa jurassica reação conservadora e troglodita contra o direito à vida (humana e a natureza como um todo), aprofundando a politica de exterminio de uma tipo de modernidade caduco e ultrapassado. Tudo isto pautado numa forma de desenvolvimento que é insustentável, pois continua baseando-se exclusivamente no crescimento econômico sem se preocupar com a manutencao nem a qualidade da vida.

A Ecologia Social dos camponeses mexicanos

“Prêmio Nobel de Ecologia para agricultor mexicano”: esta a materia que nos foi enviada pela companheira Guadalupe Barcena e nos faz refletir e perguntar: Por que fatos como este nao sao noticiados pela grande midia. Este, mais um exemplo de que os trabalhadores quando podem, sabem se organizar e produzir por eles mesmos.

Poucos sabem, mas existe um prêmio “Nobel” de Ecologia. Este ano quem o ganhou foi Jesús León Santos, de 42 anos, um camponês indígena mexicano que realizou nos últimos 25 anos um excepcional trabalho de reflorestamento em sua região de Oaxaca, México. O nome da recompensa é “Prêmio Ambiental Goldman” (www.goldmanprize.org/theprize/about_espanol)

Até agora foi outorgado a defensores do meio ambiente de 72 países. Em 1991, o ganhou a africana Wangari Maathai, que logo depois obteve o Prêmio Nobel da Paz, em 2004.

Para Jésus, foi dado porque, quando ele tinha 18 anos, decidiu mudar a paisagem onde vivia na Mixteca alta, a “terra do sol”. Aquele parecia um panorama lunar: campos ermos e poeirentos, desprovidos de arvoredo, sem água e sem frutos. Tinha-se que percorrer grandes distâncias em busca de água e de lenha. Quase todos os jovens emigravam para nunca mais voltar, fugindo de semelhantes paragens e dessa vida tão dura. Com outros companheiros do lugar, Jésus León fixou-se o objetivo de reverdejar os campos. E decidiu recorrer a umas técnicas agrícolas pré-colombianas que lhe ensinaram alguns indígenas guatemaltecos para converter terras áridas em zonas de cultivo e matas.

Como levar esse projeto adiante? Fazendo reviver uma ferramenta indígena também esquecida: o tequio, o trabalho comunitário remunerado. Reuniu umas 400 famílias de 12 municípios, criou o Centro de Desenvolvimento Integral Camponês da Mixteca (Cedicam), e juntos, com recursos econômicos limitadíssimos, lançaram-se na grande batalha contra o principal culpado da deterioração: a erosão.

Nessa região Mixteca existem mais de 50.000 hectares que perderam uns cinco metros de altura de solo desde o século XVI. A criação intensiva de cabras, o sobre-pastoreio e a indústria de produção de cal que havia estabelecido a Colônia deterioram a zona. O uso do arado de ferro e o corte intensivo de árvores para a construção dos imponentes templos dominicanos contribuíram definitivamente para a desertificação. Jésus León e seus amigos impulsionaram um programa de reflorestamento. A pá e picareta cavaram valetas-trincheiras para reter água das escassas chuvas, semearam árvores em pequenos viveiros, trouxeram adubo e plantaram barreiras vivas para impedir a fuga da terra fértil.

Tudo isso favoreceu a recarga do aquífero. Logo, em um esforço titânico, plantaram ao redor de quatro milhões de árvores em espécies nativas, aclimatadas ao calor e parcas em absorção de água. Depois se fixaram na meta de conseguir, pra as comunidades indígenas e camponesas, a soberania alimentar. Eles desenvolveram um sistema de agricultura sustentável e orgânica, sem uso de pesticidas, graças ao resgate e conservação das sementes nativas de milho, cereal originário dessa região. Semeando, sobretudo uma variedade muito própria da zona, o cajete, que é uma das mais resistentes à seca. Planta-se entre fevereiro e março, que é a época mais seca do ano, com muito pouca umidade no solo, porém quando chegam as chuvas crescem rapidamente.

Ao cabo de um quarto de século, o milagre se produziu. Hoje a Mixteca alta est’a restaurada. Voltou a verdejar. Surgiram mananciais com mais água. H’a árvores e alimentos. E a gente já não emigra mais. Atualmente Jésus León e seus amigos lutam contra os transgênicos, e semeiam 200.000 árvores por ano. A cada dia eles fazem retroceder a linha da desertificação. Com a madeira das ‘arvores se pode resgatar uma atividade artesanal que estava desaparecendo: a elaboração, em oficinas familiares, de jogos de madeira e utensílios de uso cotidiano. Ademais, se enterraram em lugares estratégicos cisternas de concreto armado, de mais de 10.000 litros de capacidade, que também recolhem a água da chuva para regar as estufas familiares de orgânicos.

O exemplo de Jésus León é agora imitado por várias comunidades vizinhas, que também criaram viveiros comunitários e organizam temporariamente plantações maciças. Em um mundo onde as notícias, com frequência, são negativas e deprimentes, esta história exemplar passou despercebida.

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Texto original em espanhol de Georgina Valdovinos Navarro